viernes, 2 de octubre de 2009

Aún no me he comprado el gorrito de safari: ¿Alguien me lo puede prestar?

Imagino que ya me echabais de menos, más de un mes si contaros nada….
Pero como veis yo no os miento, lo de mi blog es puramente terapéutico, y este último mes he estado mentalmente la mar de bien, y no me ha hecho falta desahogarme nada de nada.

¿Cuál es el motivo de tan relajada actitud?
Simple, he estado en mi adorado Cádiz. Dudo que haya alguien más enamorado de ese rinconcito de lo que lo estoy yo….

¡Qué felicidad!, ese martes a la una del medio día, andando entre sus fachadas de piedra ostionera, por la calle Sacramento y la calle Sagasta … Fue un día de levante , un martes normal pero con la calle abarrotada de gente, y yo paseaba, como pasea un extranjero, descubriendo la ciudad con ojos de primera vez, disfrutando de esa decadencia colonial, esa cálida humedad…. En fin de Cádiz.

Cádiz es de esas ciudades que pese a tener una historia increíble (es la ciudad más antigua de Europa) no la exhibe, ni se la inventa:

Aun recuerdo cuando estuve en Bath, tenían cuatro piedras romanas, cuatro y sin embargo tenían montado todo un complejo turístico alrededor con audioguía, tours guiados, tiendas de recuerdos, restaurantes… para cuatro piedras, si tu eso en Cádiz lo tienes debajo de cualquier casa puerta.

Y no critico a Tarifa, se ha sabido adaptar, todos tenemos que vivir de algo, y ella se ha vendido al turismo… (Y yo a los gallegos que es casi peor). Pero sorprende ver una Tarifa tan mora, a veces me pregunto si cuando todavía no había sido reconquistada, Tarifa fue tan árabe como lo es ahora. Aunque eso sí ahora es Árabe- flamenco- surfero, vamos una fusión de esa que gusta tanto a los guiris.

Y por el contrario ahí esta Cádiz, discreta, coqueta, autentica. Cádiz no es una ciudad para los guiris, es para los gaditanos, lo que no quita que cualquiera pueda sentirse como en casa allí.

Cádiz es ante todo gaditano, como su carnaval.

Además cada vez que voy a Cádiz aprendo algo nuevo. Gracias maestro Leiva. Y es que parece mentirá que alguien como yo, que trabaja en la moda, no conociera los escotes A.T.S, conocía los palabra de honor, los barco, los chimenea... Pero los escotes A.T.S (“a teta suelta”) y las faldas esas que vulgarmente se conocen como falda cinturón, las A.R.C (“a ras de coño”). ¡Qué estilo, Que finura!

Y os preguntareis y entonces como es que escribes ahora… Fácil solo escribo para despedirme.
Si queridos amigos, como llevo meses anunciando, me voy al continente negro, al Africa subsahariana. Y para que mientras esperáis mi vuelta y que os torture con mi nuevo álbum de fotos, os pongáis verdes de envidia, ahí al ladito os dejo un itinerario detallado de mi viajecito.

Sed buenos y prometo traeros a cada uno un león (o lo que me quepa en la maleta).

Besotes.

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